1
Laodicea
14 Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el
testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios, dice esto:
15 Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. !!Ojalá fueses
frío o caliente!
16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi
boca.
17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa
tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre,
ciego y desnudo.
18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego,
para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la
verg:uenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
19 Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y
arrepiéntete.
20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
21 Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como
yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
22 l que tiene oído,
oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
2. Flesheater
Efesios 4:17-32Reina-Valera 1960 (RVR1960)
17 Esto, pues, digo
y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en
la vanidad de su mente,
18 teniendo el
entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en
ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales,
después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para
cometer con avidez toda clase de impureza.
20 Mas vosotros no
habéis aprendido así a Cristo,
21 si en verdad le
habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en
Jesús.
22 En cuanto a la
pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a
los deseos engañosos,
23 y renovaos en el
espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
25 Por lo cual,
desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos
miembros los unos de los otros.
26 Airaos, pero no
pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo,
27 ni deis lugar al
diablo.
28 El que hurtaba,
no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que
tenga qué compartir con el que padece necesidad.
29 Ninguna palabra
corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria
edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
30 Y no contristéis
al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la
redención.
31 Quítense de vosotros
toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
32 Antes sed
benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo.
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